El diseño del emblema tampoco fue al azar, partiendo de la pertenencia canónica a Santa Marina la Real.
Se trata de un óvalo que encierra una Cruz negra con sudario blanco y tres Clavos al pie, simbolizando el Desenclavo.
Todo ello rematado con corona real española en oro, como doble símbolo de que Nuestro Señor es Rey de Reyes y la vinculación a Santa Marina la Real.